Casa Jim Thompson y centros comerciales

Las principales guías de Tailandia recomiendan visitar la casa-museo de Jim Thompson, un arquitecto americano que impulsó la industria de la seda en Tailandia y cuyo conjunto de casas es espectacular desde el jardín hasta su interior con muebles y artesanía de gran valor.

En el jardín unas mujeres hacían una demostración de como hilar a partir de los pequeños ovillos de seda mientras otras deleitaban a los visitantes con un baile tradicional.

Desde la casa nos fuimos dando un paseo al centro comercial MBK, famoso entre los turistas por tener artículos de imitación no a tan buen precio como en el mercado de la seda de China pero del que es imposible salir sin comprar alguna cosa. Aprovechamos para comer en un burguer. 

También está muy cerca otro centro comercial muy visitado: "Siam Paragon", mucho más lujoso y enorme. Por casualidad ese día tenían un campeonato de Muay Thai a las 18:00 en una de las salidas del centro comercial así es que aprovechamos para ver un par de combates entre mujeres. Es habitual que algún día de la semana tengan alguna exhibición de este deporte en los centros comerciales, así es que si estáis interesados en verlo, no dejéis de visitar las web de los principales centros comerciales para ver que día se celebran.

La verdad  es que se nos hizo más tarde de lo que teníamos previsto para poder ver anochecer desde el SkyBar del Hotel Lebua. Esta terraza se hizo famosa por aparecer en la pelicula "Resacón II Ahora en Tailandia", la verdad es que tiene unas vistas espectaculares de Bangkok y su río Chao Phraya. No teníamos muy claro si podríamos acceder con las niñas pero no hubo ningún problema, yo creo que se ponen más serios con el tema para las copas de la noche. Lo que si hay que tener en cuenta es la vestimenta, los chicos deben llevar pantalón largo y zapato cerrado. Por otra parte las mochilas o bolsos grandes se dejan en unas taquillas a la entrada del hotel.

Con esta bonita estampa en nuestras retinas, dimos por finalizada nuestra estancia por aquellas tierras y cogimos un taxi de vuelta a la que fue nuestra casa en Tailandia, ¡qué raro! ¡qué poco tráfico!. Al llegar y conectarnos a Internet recibimos varios correos preguntándonos si estábamos bien, ese día había habido varios atentados en el sur del país. Afortunadamente esa zona no estaba en nuestro itinerario debido a las recomendaciones del ministerio de asuntos exteriores, por mucha pena que nos diera no visitar las afamadas playas tailandesas. También recibimos ese mismo día un correo de la embajada recomendándonos como debíamos actuar: que saliéramos a la calle documentados, colaboráramos en todo lo que nos pidieran las autoridades y que no fuéramos a sitios turísticos. ¡Menos mal que nos íbamos al día siguiente!

Y así abandonamos este exótico país. Por miedo a posibles controles en la carretera o en el aeropuerto salimos con muchísima antelación, y sin ningún tipo de contratiempo embarcamos en nuestro vuelo de vuelta a España. Un final de viaje un poco angustioso la verdad, pero que no permitiríamos que empañara nuestros bonitos recuerdos de este fantástico viaje.

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