Introducción y consejos prácticos
Desde nuestro último viaje a China hace ya 10 años no habíamos vuelto a Asia y ya tocaba. Nos hacía ilusión que las niñas conocieran un poco la cultura de un país asiático aunque no fuera de aquel que les vio nacer. Conseguimos una casa de intercambio en Bangkok, SUPAPEN MASION, un apartamento bastante grande y con piscina en una zona residencial y tranquila, y desde allí organizamos todas nuestras salidas.
En cuanto a los vuelos, volamos con Cathay Pacific con escala en Hong Kong, y todo perfecto, eso si, compramos los billetes con 6 meses de antelación para obtener un precio razonable: 736€.
Algunos datos a tener en cuenta:
- Cambio de moneda: La moneda en Tailandia es el bath. La mejor opción es llevar euros desde España, cambiar una pequeña cantidad en el aeropuerto a vuestra llegada, y después ir cambiando poco a poco en oficinas de cambio de lugares turísticos (nosotros encontramos el mejor cambio en Khao San Road); también cambiamos en bancos en otras zonas. Para cambiar debéis tener a mano el pasaporte o una fotocopia compulsada, pues en algunos lugares os lo pedirán. Un dato interesante es que os realizarán el cambio exactamente con el valor que tengan publicado en la oficina o banco (no añaden a esta cantidad comisiones extras).
- Transporte: Depende de la zona donde os encontréis alojados, os interesará utilizar el metro/tren (el precio del billete varía en función de la distancia recorrida) o desplazaros en taxi. En Tailandia el precio del desplazamiento en taxi es bastante más barato que en España.
En nuestro caso la estación de metro más cercana al apartamento era "Lat Phrao", y el precio del recorrido por Bangkok de los cuatro hasta cualquier punto turístico era prácticamente el mismo que utilizando el taxi (200 baths/5 € aproximadamente), y además los puntos turísticos no tienen parada de tren o metro cerca, con lo cual si vais en transporte público hay que sumarle un tuk tuk u otro transporte extra hasta el destino.
Si utilizáis el taxi en vuestros desplazamientos decirle al conductor "taximeter on please", pues no siempre quieren ponerlo, o si tenéis más o menos clara las distancia a recorrer y por cuanto os salió la última vez, pactar de antemano el precio. También os puede preguntar el taxista si queréis utilizar la autopista para ir más rápido, si es así el pago de la misma se lo daréis a él en el momento que pasáis por el peaje (suele rondar entre 50 y 70 baths).
Creo que en ningún sitio hemos utilizado tantos medios de transporte diferentes como en este viaje: metro, tren, tuk tuk, taxi, barco de cola larga, furgoneta, avión, songthaew.
- El regateo: Como en cualquier país asiático el regateo forma parte de su cultura. En Tailandia si el precio de lo que queréis comprar no está etiquetado se regatea. Del precio que os pidan ofrecer la mitad y después vais ajustando ambas partes, hasta llegar a un acuerdo. Si en ese mismo puesto aprovecháis para comprar varios productos podréis obtener un mejor precio.
Cuando se trate de pactar un servicio, primero debéis explicar con todo detalle que es lo que queréis hacer y el tiempo que estimáis, y después acordáis el precio.
- La comida: Cuando se viaja con niños, y sin ellos también, un tema importante a tener en cuenta es el tema de las comidas. Tailandia tiene fama de tener una cocina exquisita, y muy sana también; el único, pero gran problema es el picante. Nosotros añadíamos la coletilla "no spicy please" y conseguimos de esta forma disfrutar de muchos de los platos de la tan afamada cocina tailandesa, tanto es así que ahora he comprado un wok y todos los ingredientes para hacer su delicioso Pad Thai en casa.
- Sanidad - Vacunas: Hasta ahora en ninguno de nuestros viajes nos habíamos vacunado de nada, ni siquiera en los viajes a China, en pleno brote del SARS y de la gripe aviar, solo nos recomendaron la vacuna de la gripe y el tétanos. Pero en aquellas dos ocasiones el viaje era organizado, lógicamente, y estuvimos alojados en estupendos hoteles y comiendo en ellos o en restaurantes supervisados primero por nuestro guía, aunque he de reconocer que alguna incursión hicimos por nuestra cuenta a lugares no tan pulcros.
El caso es que en este viaje la idea era otra. El comer en la calle y el integrarnos plenamente en la vida cotidiana de Tailandia tenía sus riesgos y había que tomar ciertas precauciones. Nos pusimos las vacunas de la hepatitis A, hepatitis B, fiebre tifoida y recuerdo del tétanos. Las niñas estaban al día con la hepatitis B y el tétanos. La vacuna de la fiebre tifoidea fueron 3 pastillas tomadas en días alternos (se deben tomar al menos 15 días antes del viaje) y es efectiva durante 3 años, pero la hepatitis A es pinchada ¡y en dos dosis! con 6 meses entre una y otra.
También llevábamos un buen botiquín. En Tailandia hay medicamentos con los que no puedes pasar la aduana, así es que mejor llevar un informe médico si necesitáis llevar alguno un poco especial.
También llevábamos un buen botiquín. En Tailandia hay medicamentos con los que no puedes pasar la aduana, así es que mejor llevar un informe médico si necesitáis llevar alguno un poco especial.
Diario del viaje
También me gustaría comentar algunas visitas que llevábamos previstas hacer en Bangkok y que por falta de tiempo no fue posible, como tomarnos un té en el mítico "Hotel Mandarín Oriental" o visitar la zona comercial y de ocio "Asiatique The Riverfront" por la tarde/noche, a la cual se accede en un barco gratuito del propio mercado partiendo desde la parada BTS de "Saphan Taksin".
Espero que os haya parecido útil esta información, y sobre todo que mi experiencia os ayude y anime a las familias a viajar con vuestros hijos. A pesar del cansancio y muchos otros inconvenientes que surgen cuando uno deja su zona de confort, la recompensa en tan enriquecedora a tantos niveles que realmente merece la pena. También quiero dar las gracias a tantos otros viajeros, que con toda la información aportada en sus blogs han hecho posible que todo lo lejano y desconocido parezca estar mucho más cercano y accesible.
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